“Me costó todo el año, pero al final aprendí que mi felicidad no dependa de otras personas. Aprendí que para ser feliz no necesito a la gente que no me valora y no quiere estar a mi lado. Debo no ser tan desagradable hablar tan seca, he después de utilizar mi racionalidad, a dejar marchar a las personas, y me he dado que tenía a otras personas a mi lado que valen mucho más la pena. Al mismo tiempo he sabido entender mis sentimientos, empatizar más y entender por qué se comporta de cierta manera. He descubierto mis sueños y mis metas y cada día tengo más claro en qué quiero convertirme, sobre todo, lo más importante es que he roto con conductas menos saludables, gracias a los educadores, educadores, psicóloga y mucha gente me ame enseñen cómo son las personas sanas y fuertes de verdad”.

Raquel Guas, atendida por un servicio de acompañamiento Psicointegra, de Suara Cooperativa.

La salud mental en la etapa de la adolescencia se convierte, actualmente, en un tema de preocupación y de interés vital debido al aumento de diagnósticos de trastornos mentales y la tasa de suicidios al alza.

Según un estudio del Consejo Nacional de Juventud de Cataluña (CNJC) y la Federación de Salud Mental de Cataluña, aproximadamente uno de cada 7 jóvenes experimenta un trastorno de salud mental a lo largo de su vida. De forma alarmante, el suicidio se ha convertido en la principal causa de muerte no natural entre este grupo demográfico.

¿Qué está pasando con los adolescentes?

La adolescencia es una fase de cambios profundos, que abarcan aspectos físicos, biológicos, sociales y psicológicos, que implica cierto "caos cerebrales". Es una transición hacia la edad adulta que comporta una autoexploración y reevaluación constante de la identidad, creencias y valores. Unos cambios que son palpables también a escala cerebral, puesto que esta etapa implica la construcción, eliminación y reestructuración de las mismas conexiones neuronales, un fenómeno conocido como «poda sináptica» y que está involucrado en la consolidación de aprendizajes para la etapa adulta. Además, en esta etapa los niveles de cortisol -la hormona del estrés- se encuentran más elevados que en la etapa adulta, exponiendo al adolescente a mayor riesgo de sufrir ansiedad, respuestas de ira y vivir las preocupaciones con mayor intensidad.

Por otra parte, el contexto social es un factor crucial en la salud mental de los jóvenes, porque su biológica está enfocada en las relaciones sociales con los demás. En este sentido, la pandemia de la COVID-19 ha acentuado ciertas tendencias en aspectos con restricciones que han limitado su socialización y aislado a muchos de ellos durante largas temporadas, afectando gravemente a su salud mental y bienestar emocional. Sin embargo, ha puesto de manifiesto que las vivencias sociales de los jóvenes son esenciales de cara a tener herramientas para proteger su salud psicológica en la etapa adulta.

¿Qué puede ocurrir cuando un adolescente ha tenido experiencias vitales estresantes durante la primera infancia?

Asimismo, las evidencias y experiencia clínica indican que los adolescentes son más vulnerables a problemas de salud mental si durante la primera infancia han vivido situaciones traumáticas como pueden ser malos tratos o negligencias por parte de adultos cercanos. En otras cosas, se identifican dificultades para gestionar el estrés, tomar decisiones racionales y mantener su estabilidad emocional. De hecho, algunos estudios encuentran debilitamiento en la funcionalidad de diversas zonas cerebrales como la corteza prefrontal o el hipocampo.

A pesar de esta vulnerabilidad fruto de la etapa vital, la adolescencia es un momento fértil para sentar bases positivas, con oportunidades de cambiar y adquirir estrategias, hábitos y comportamientos más adaptativos para una vida funcional y estable. El cerebro es plástico y adaptable a lo largo de toda la vida, y esta etapa permite la creación de nuevas conexiones y la reparación de actividades desadaptativas. Sin embargo, hace falta tiempo y dedicación por parte de los adultos referentes para conseguirlo.

Teniendo en cuenta esta casuística, Suara Cooperativa tiene mucha experiencia en crear espacios terapéuticos y proyectos innovadores para acompañar a niños y adolescentes, con una mirada integradora, preventiva y también reparadora. Al tiempo que incorpora una mirada social, centrada en la persona y su relación con el entorno.

En el contexto, la Psicointegra ofrece un servicio de acompañamiento psicológico para niños, adolescentes y adultos de referencia, siguiendo familiares, profesionales o profesionales clínicos. Este servicio está especializado en terapia traumática, que proporciona un espacio seguro, que recibe el nombre de Sala de Valents, donde los jóvenes pueden expresarse y explorar sus emociones y pensamientos.

Psicointegra es un espacio en el que he podido encontrar el apoyo que necesitaba, ser escuchada y ayudada, que me ha permitido conocerme mejor y gestionar las emociones lo mejor posible. Me han acompañado a afrontar mis miedos, mis inquietudes, inseguridades, mi baja autoestima, de forma muy sencilla y práctica, con escritos y otras formas de expresión artística. La hora de terapia que tienes con ellos es la mejor hora de la semana, no sólo porque te envía segura entre las cuatro paredes de la sala de los valientes, sino porque quien te acompaña en tu momento más íntimo de abrirlo té, te respeta, te escucha, te abraza, ríe o llora contigo. He aprendido que hay trabajos que son mucho más que un trabajo.”

Raquel Guas, atendida por un servicio de acompañamiento Psicointegra, de Suara Cooperativa.

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Además, con la vertiente de innovación e inclusividad de tradición en la casa, Suara Cooperativa está trabajando en un proyecto piloto que hace uso de la realidad inmersiva como herramienta para mejorar la salud mental de los adolescentes. Esta tecnología, de la mano de la entidad Broomx, forma parte de una de las apuestas clave del Social Living Lab de Suara que constituye la primera incubadora especializada en los cuidados en Cataluña. La herramienta permite a los jóvenes experimentar emociones y situaciones en un entorno seguro y un espacio terapéutico innovador para los profesionales, con tratamientos que aportan valor añadido a los convencionales. Al mismo tiempo, esta aproximación puede ser especialmente efectiva, puesto que muchos adolescentes se sienten identificados con la tecnología y podría favorecer su adhesión a la terapia.

La Adolescencia es un período de vulnerabilidad, pero también se convierte en un momento de oportunidad para modular los aprendizajes y adquirir estrategias psicológicas y emocionales adaptativas.

Por eso desde Suara, la Salud Mental infantojuvenil se convierte en un aspecto clave que se trabaja desde diferentes proyectos multidisciplinares, teniendo en cuenta la mirada social, innovación y experiencia terapéutica alcanzada, para que se traduce en el crecimiento y bienestar de los jóvenes atendidos.

 

Jéssica Andreu Almansa

Psicóloga, Traumaterapeuta y Educadora Social. Directora de la UEC Cambrils, directora del SIAD SAI Cambrils y Responsable de proyectos de salud mental infantojuvenil.

Lydia Castillo Rodríguez

Educadora Social y Traumaterapeuta. Directora del Piso lo Pasador y Psicointegra.

 

Más información

Spear, L. P. (2012). Neurodesarrollo del adolescente. Journal of Adolescent Health, 52, páginas S7-S13.

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