Las transformaciones sociales son evidentes, con una reconfiguración del modo de vida y los valores que guían a nuestras sociedades. Por eso, en el servicio Químicos Espai Jove de Girona impulsamos proyectos que fomenten la participación de este colectivo y su empoderamiento.

Vivimos en una era de aceleración y alta demanda de competencias, en la que la intervención socioeducativa en los equipamientos juveniles se presenta como una oportunidad de transformación. Este fenómeno impacta, especialmente, en las personas profesionales que trabajan con la juventud, que se confrontan con nuevos retos e incertidumbres en su labor de acompañamiento a la población juvenil, tal y como ha detectado Suara Cooperativa en los espacios que gestiona.

En ese contexto, es esencial comprender que los equipamientos juveniles son espacios educativos, con la responsabilidad de generar educación no-formal e informal. Esta perspectiva impulsa que el diseño de proyectos educativos den sentido a la labor de las personas profesionales a la vez que es vital potenciar entre la población juvenil propuestas educativas que promuevan valores cooperativos como el de participación, empoderamiento, igualdad o respeto a la diversidad.

De esta forma, los equipamientos juveniles se convierten en agentes de cambio, que estimulan la participación activa de las personas jóvenes en su propia realidad. Esta propuesta no es sólo una respuesta a los desafíos del mundo actual y retos futuros; sino que también promueve un espacio de creación y autonomía para los jóvenes. Por tanto, la participación juvenil es uno de los puntos clave para una estrategia educativa efectiva, que contribuya a impulsar pequeñas mejoras personales y colectivas. El proyecto educativo, pues, se convierte en la herramienta central para planificar y guiar estos procesos de aprendizaje, transformación y colaboración.

En este Día Internacional de la Educación, desde Suara Cooperativa, reconocemos la importancia de adoptar una perspectiva clara y comprometida con la formación integral de los jóvenes. Por este motivo, educar en los equipamientos juveniles no es solo una respuesta a los tiempos inciertos, sino también una apuesta por construir una sociedad más justa, igualitaria y participativa. Cabe destacar que las personas profesionales que trabajan con este colectivo se convierten en artífices de un futuro que es, más que nunca, construido con y para los jóvenes.

¿Qué es el acompañamiento socioeducativo?

Con estas premisas gestionamos proyectos como Els Químics Espai Jove, un punto de encuentro entre personas de 15 a 29 años situado en el sector de Palau - Montilivi de Girona, donde se ofrece un acompañamiento educativo y social al colectivo. Al detalle, en espacios como éste, la población juvenil puede encontrar un apoyo a sus necesidades, intereses e información, así como distintos servicios y actividades pensantes para las distintas franjas de edad. Además, es un lugar de encuentro que pone en contacto a personas de realidades diversas que comparten tanto experiencias como buenos momentos.

Para hacer posible esta iniciativa, en Els Químics Espai Girona trabajamos con un modelo socioeducativo basado en hábitos que fomentan la autonomía, autoestima y ayuda mutua, la gestión emocional y la motivación de los jóvenes.

Los Químicos Espai Jove, al ser un servicio educativo fuera de la escuela, “aporta un valor educativo significativo al proporcionar un entorno en el que los y las jóvenes pueden aprender habilidades sociales, desarrollar su identidad, participar en actividades y al mismo tiempo ser acompañados en sus distintos procesos de vida. Este espacio, además, puede favorecer el crecimiento personal y fomentar la participación activa en la comunidad” explican Esther Fernández y Laura Mora, educadoras referentes de Químicos Espai Jove y socias de Suara Cooperativa.

Por tanto, en iniciativas como estas o las de otros servicios socioeducativos de Suara Cooperativa dirigidas al público joven, se persigue ofrecer un apoyo educativo fuera del horario escolar, un espacio así como un lugar donde las personas asistentes puedan ampliar su red relacional, participar en actividades de ocio, recibir un apoyo emocional. Además, en estos espacios, las personas trabajadoras se convierten en agentes de prevención social.

Más allá de eso, servicios como Els Químics Espai Jove también son recintos normalizadores donde todas las personas participan por igual, independientemente, de su origen, sexo, religión, cultura, orientación sexual o de género, entre otros. Por tanto, se fomentan valores como el respeto a la diversidad, ya que es un lugar de encuentro donde personas de realidades diversas interactúan entre ellas en actividades de ocio saludable y de calidad.

La importancia de la intercooperación

Ahora bien, desde Suara Cooperativa somos conscientes de que esta tarea no la podemos desarrollar solas y es primordial la intercooperación, por lo que apostamos por un modelo integral que incluya a los jóvenes y su entorno. Por eso, trabajamos de forma coordinada con las personas de la familia o tutoras, los centros educativos y contamos con la participación de dinamizadoras comunitarias.

En el caso de Els Químics Espai Jove, uno de los principales actores con los que nos coordinamos es el ayuntamiento de Girona, especialmente, con las áreas de juventud y de servicios sociales; pero también con la de cultura o servicio municipal de empleo.
En el caso concreto de los servicios sociales es el ente que deriva a las personas jóvenes en situación de exclusión social, que después acompañamos en nuestros servicios. Por eso, con las trabajadoras de estos servicios colaboramos para detectar las necesidades de las personas jóvenes, elaboramos planes de trabajo y hacemos un seguimiento de cada caso.

También, es vital el trabajo conjunto que desarrollamos con los institutos de la zona para llevar a cabo orientaciones a las personas jóvenes, asesoramientos, así como realizar el seguimiento del programa de Talleres de éxito escolar, un proyecto que da soporte al estudio a alumnos de ESO.

Más allá de esto, también colaboramos con entidades y agentes del territorio como centros cívicos, bibliotecas o entidades juveniles. Con estas mantenemos una relación cercana en la gestión general del servicio y del equipamiento, en las líneas de intervención y nos apoyan en la programación y/o difusión de las actividades programadas.

Así pues, en el Día Internacional de la Educación es necesario reflexionar que los centros educativos no son el único espacio donde es necesario educar a las personas jóvenes. En éstas pueden adquirir muchos conocimientos académicos, pero sin duda la educación también debe ser más global y también debe incluir, por ejemplo, las actividades de ocio. En este sentido, sólo en un entorno más lúdico se podrán adquirir otros conocimientos los claves por esta sociedad como el de la igualdad, el respeto a la diversidad o el de la cooperación; a la vez que posibilitan espacios para favorecer la participación de los jóvenes, gestionar sus emociones y empoderarse. Sin duda, esta tarea no pueden desarrollarla las entidades solas, sino que es indispensable la intercooperación entre todos los agentes de esta sociedad.

 

Montse Barrantes Andrada

Directora de servicios de Suara Cooperativa