El estilo de vida de la sociedad actual nos conduce a actuar de forma más individualizada y a reducir nuestro círculo de interacciones con otras personas. Esto limita que las primeras relaciones sociales en la infancia sean con la propia familia. 

De hecho, estas primeras interacciones sociales, sean o no con miembros familiares, son la base que proporciona la confianza y seguridad a la hora de crecer y permiten la creación de nuevos vínculos con las personas que se van sumando al mundo de los niños y niñas.

La infancia acogida puede tener una afectación psicológica a causa de las situaciones complejas vividas. Las cuales, al mismo tiempo, pueden dificultar las relaciones sociales, requiriendo la participación de los adultos próximos para ayudarles a adquirir habilidades de regulación emocional y les permitan, a través del vínculo, curar las heridas que la vida les ha provocado.

En este sentido, para que las intervenciones terapéuticas del trauma sean favorables y significativas, es fundamental la implicación del contexto. Al mismo tiempo, debemos tener en consideración que el entorno, consta de diversos colectivos: para quienes residen en centros residenciales, serían los educadores y, en los acogimientos familiares, los miembros que componen la familia. 

De modo que la salud emocional de los niños es responsabilidad compartida de la sociedad, es decir, todas las personas que apoyan y acompañan a esta infancia con dificultades en el desarrollo emocional y social. Conscientes de esta necesidad, con la motivación de sostener a estos niños, nace la iniciativa Psicointegra. 

Psicointegra es un servicio de acompañamiento psicológico especializado, que tiene como objetivo mejorar la salud psicoemocional y la calidad de vida de las personas y su entorno social cercano. Los profesionales están especializados en el acompañamiento traumaterapéutico de niños, adolescentes y familias afectadas por el trauma temprano, complejo y acumulativo.

Dentro de sus ejes de actuación, Psicointegra se encuentra el acompañamiento terapéutico en la Sala de Valents, que se ha ideado con las necesidades individuales de estos menores como centro, adaptándose a la casuística de cada una de ellas y ellos.

Sin embargo, este espacio de terapia no se limita sólo a estos niños, sino que además, consta de un acompañamiento integral que abarca a las familias, personas de acogida o educadores/as, facilitándoles la comprensión, se sientan acompañadas y adquieran herramientas para afrontar el proceso de educación y soporte a los menores.

No obstante, ¿es suficiente una hora semanal de terapia para cambiar la vida de estos niños y adolescentes? La respuesta es no. Es fundamental la implicación del entorno acogedor, que pueda aportar una persona significativa, que pasará a ser la figura del coterapeuta. 

La acogida debe ser, en sí misma, un elemento reparador. Permite a estos niños tener un contexto seguro, estable, de cariño… que les ofrece un vínculo sano que les permitirá crear o preservar el vínculo que todo niño necesita para su desarrollo vital.

Para crear un vínculo seguro se necesita un contexto de cariño y aprecio de manera incondicional. Es imprescindible un acompañamiento continuo y constante a estas familias para poder entender y gestionar la gran mochila de emociones que traen estos niños y adolescentes acogidos. Sólo de esta forma se podrá promover la resiliencia necesaria para romper con el maltrato transgeneracional.

¿Cómo sociedad buscamos abolir este trauma transgeneracional de las afectaciones del vínculo por situaciones de negligencia?, para lograrlo, ¿Qué podemos ofrecer desde nuestro lugar en la vida de esta infancia? Todos podemos ofrecer nuestro granito de arena para formar parte de esta tribu comprometida con el cuidado responsable.

“El acogimiento familiar, a través de relaciones interpersonales estables y sensibles a las necesidades de las personas menores de edad acogidas, nos permite generar cambios epigenéticos que reducen los efectos de la adversidad temprana y previenen la transmisión del trauma transgeneracional del maltrato. ” (Herce, C. y Benito, R. 2021)

 

Lydia Castillo Rodríguez

Educadora social y traumaterapeuta de Psicointegra