La situación excepcional de emergencia sanitaria provocada por la Covid-19 ha obligado a muchos servicios de atención a personas mayores a adaptarse a las nuevas circunstancias para continuar ofreciendo atención y a la vez seguir las instrucciones y recomendaciones de las autoridades sanitarias.

En este contexto, el Centro de Día El Mil·lenari, en el barrio del Raval de Barcelona, y el Centro de Día Can Vargas en Ripollet, de la Generalitat de Catalunya y gestionados por Suara, se han reinventado para estar cerca de las personas atendidas y familias sustituyendo la atención en los centros por acciones personalizadas en los domicilios.

Gracias al compromiso y dedicación de las profesionales se ha podido hacer un seguimiento evitando con las actuaciones su aislamiento, conscientes que el confinamiento empeora aún más el sentimiento de soledad y el deterioro cognitivo y motriz. De hecho, la iniciativa ha tenido una muy buena acogida y los resultados de los últimos días lo avalan.

La atención consiste en la realización de visitas de hasta dos horas y con la frecuencia de uno a tres días por semana, según la situación de vulnerabilidad. Las profesionales que visitan el domicilio organizan conjuntamente con las personas usuarias actividades que se pactan previamente a la visita y teniendo en cuenta las necesidades y motivaciones. Tertulias, escuchar música, ver fotografías, jugar a juegos de mesa, salir a pasear y encontrarse con otras personas del barrio o incluso del mismo centro, son algunas de las actividades que se llevan a cabo.

Ambos centros, El Mil·lenari y Can Vargas, valoran como "muy enriquecedora" la experiencia, ya que ofrece beneficios para todas las partes implicadas: las personas atendidas se sienten acompañadas y escuchadas, las familias pueden tener momentos de descanso y las profesionales pueden acercarse a la realidad de la persona desde el respeto y la gratitud por una vida compartida.