Respetar su tiempo y sus necesidades es importante por una buena adaptación.

Entender el proceso cómo los niños responden a los nuevos entornos, ya nuevas personas referentes nos ayudará a acompañar a nuestras hijas e hijos de forma respetuosa y encontrar estrategias para que ellos se sientan seguros y sostenidos con los cambios.


Mireia Grau Sánchez, maestra de educación infantil y directora de la guardería municipal El Coral de Castellar del Vallès, nos explica y comparte algunos consejos para poner en práctica durante los primeros días.

La familiarización en la escuela es el proceso inicial de vinculación de las familias y los niños con las nuevas personas y el nuevo espacio que lo acoge. Es el punto de partida de la creación de los vínculos afectivos positivos que garantizarán que el niño y su familia se sientan seguros y cómodos en el nuevo ambiente de la escuela. El tiempo de adaptación implica establecer nuevas relaciones con adultos y niños, descubrir y habituarse a un espacio diferente y la modificación de los horarios, hábitos y rutinas.

Se trata de un proceso individual que depende del ritmo del propio niño. De modo que el acompañamiento que haga la escuela y la familia debe respetar sus necesidades y tempos. Asimismo, también implica la adaptación de la familia, la cual debe habituarse al cambio y delegar el cuidado de los pequeños de la casa.

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¿Cuánto puede durar la adaptación?

La familiarización puede durar unos días o alargarse en las primeras semanas en la escuela. Hay niños que al cabo de una semana ya se sienten bien y otros que necesitan más de un mes para completar el proceso. La diferencia depende de varios factores, como son su edad biológica y madurativa, el estado emocional del adulto que le acompaña y la forma en que se haga esta separación.

Manifestaciones y conductas de los niños en los primeros días

Cuando un niño llega a la escuela, en un primer momento se muestra inseguro, puesto que se encuentra en un entorno nuevo y acompañado por personas desconocidas, que poco a poco tendrá que ir descubriendo y establecer un vínculo afectivo.

Esta inseguridad inicial genera unos cambios en su comportamiento, que deberemos tener en cuenta y observar en el día a día, para realizar un acompañamiento adaptado a sus necesidades.

Manifestaciones y conductas de los niños en los primeros días

  • Desinterés y momentos de angustia: Especialmente, antes de la aparición del habla, el niño muestra sus emociones mediante el llanto, pero también podría encontrarse inapetente.
  • Relaciones con nuevas referentes: El niño puede aferrarse al adulto del aula, o bien rechace su contacto, o bien puede aferrarse a sus pertenencias.
  • Liberar las emociones en casa: podría ocurrir, que los niños no muestren actitudes de inquietud en la escuela y pareciendo aparentemente tranquilos, pero liberen sus emociones en casa. Pueden encontrarse más irritables, aumentando las rabietas y reclamando más atención de la familia a su entorno habitual.
  • Se pueden afectar a los horarios y ritmos de alimentación y descanso ya establecidos: Es muy común ver cambios en sus rutinas porque están adquiriendo nuevas en la escuela, lo que implica muchas emociones. Incluso pueden apreciar ciertas regresiones en aprendizajes adquiridos.


¿Qué hacemos en la escuela para acompañar el proceso de familiarización?

  • Facilitamos un primer contacto individualizado: Ofrecemos a las familias un espacio de entrevistas con el educador o educadora de referencia, para poder establecer este contacto inicial y descubrir el espacio del aula de forma más cuidadosa y relajada. Esta entrevista nos permite realizar un traspaso de información de cómo es el niño y sus necesidades.
  • Entendemos que las familias y la escuela somos un equipo: Comprender y adaptarnos a las nuevas rutinas y hábitos que implica la entrada en la escuela, puede facilitar el proceso. Al mismo tiempo, compartir con las educadoras las dudas y las conductas de los niños en casa, mejora el acompañamiento que las referentes a la escuela poder hacer al niño.
  • Comunicación fluida y diaria con las familias: La escuela reserva a diario un espacio de tiempo poder intercambiar con las familias toda la información relevante del niño, se expresen dudas e inquietudes.
  • Respetamos el ritmo físico y afectivo de los niños y sus familias: Tener en cuenta las necesidades y ritmos individuales implica que esta familiarización se pueda llevar a cabo de forma gradual.
  • Defendemos que la despedida sea tranquila, segura y respetuosa para los niños: En la medida de lo posible, flexibilizaremos las entradas y salidas para adaptarnos a las necesidades de cada uno, pero tratando de establecer el horario habitual de la escuela para no crear inquietud a los demás niños del grupo.
  • Priorizamos el acompañamiento: Verbalizando en todo momento lo que se vive en el aula, a la vez que también muestran contacto físico, con caricias, abrazos…, siempre que el niño nos lo permita.
  • Responsabilidad emocional: Es importante validar sus emociones, verbalizando los estados emocionales para ayudarles a comprenderlas y aceptarlas, haciéndole saber que le comprendemos y le apoyamos.
  • Objeto de apego: Permitir que el niño lleve algún objeto personal que le aporte seguridad: chupete, muñeco, tela…


Y en casa, ¿cómo podemos apoyarlos?

  • Anticipación: Explique a su hijo/a qué es la guardería, que irá a hacer a quien se encontrará. Hay que explicar la rutina que vivirá, que le acompañará, quien irá a recogerlo/a en la salida…
  • Despedida: Despides cuando se va, no se va cuando esté despistado jugando ni lo engañe. El niño debe ser consciente de que se quedará en la escuela y se reencontrará de nuevo con la familia al final de su estancia en el centro.
  • Confianza y tranquilidad: Es crucial que el niño perciba que la familia confía en el educador/a y el centro. El niño cabe la emoción de la familia y se impregna de ella.
  • Validación de las emociones: Verbaliza lo que vive y siente su hijo/a. Poner palabras a sus sentimientos le ayudará a sentirse comprendido y, por consiguiente, más confiado. Asimismo, es importante tener en cuenta las emociones de los adultos, vosotros también sentiréis todo tipo de sentimientos, exprésalos y comparta la experiencia con educadoras y familias.


Mireia Grau Sánchez, maestra de educación infantil y directora de la guardería municipal El Coral de Castellar del Vallès.